Si algo dejó en claro el encierro forzado de la pandemia es que el e-commerce llegó para quedarse. Y que ya no es sólo terreno exclusivo de las grandes marcas: emprendedores de todos los tamaños empezaron a vender sus productos por Internet. Por su parte, el cliente o consumidor final del e-commerce ya no es un público especializado: puede ser cualquier persona que se encontró con tu aviso mientras revisaba sus redes sociales.
Esto necesariamente ha llevado a una profesionalización del tema; ya no bastan unos cuantos posteos, un “precio por DM” o publicar tus datos para transferencia electrónica. El consumidor espera una tienda online propiamente tal, con amplia información, carrito de compras, y una amplia variedad de medios de pago, sin necesidad de que haya mucho clic de por medio. Todo ésto en una presentación amigable y fácil de configurar.
Actualmente la variedad de aplicaciones y plataformas para e-commerce es muy amplia. Una de las más usadas en el mundo, y con la que trabajamos en Tdigital, es Shopify. Y su popularidad es tal que no son pocas las aplicaciones nuevas que han sido presentadas por los medios como “la alternativa a Shopify”. Una de ellas es Jumpseller, que además de popularizarse bajo la premisa de ser de las más sencillas de usar, tiene una característica muy particular que la liga con nuestro país.
Y es que si bien sus fundadores, Tiago Matos y Filipe Gonçalves, tienen sus raíces en Portugal, su primer capital semilla vino del programa piloto de StartUp Chile. Además, su segunda oficina mundial se encuentra en Santiago, desde donde esperan consolidarse en más países de Latinoamérica.
Es justamente esa cercanía uno de los puntos fuertes de Jumpseller a la hora de enfrentar a su competencia: una alternativa chilena, que conversa con sus clientes en su propio idioma y comprende el mundo de las pymes y startups en Chile. También está integrado con métodos de pago y envío locales populares en nuestro país, incluyendo algunos que no están disponibles en Shopify como Servipag o Webpay.
Un detalle no menor tiene que ver con el precio: Jumpseller es más económica que otras plataformas, lo que unido a la sencillez de su instalación y manejo, lo convertirían en una opción para quienes están empezando en el e-commerce. Además, tampoco cobran comisión por sus transacciones.
También hay que tener en cuenta que ofrecen servicio de soporte técnico local desde Chile, y convenios con empresas nacionales para obtener descuentos en el despacho de productos.
Sin embargo, Jumpseller también presenta críticas. Si bien, como se ha dicho, es de bajo costo, no tiene una versión gratuita, lo cual puede ser un contratiempo para quienes quieran probarla por más de 14 días, que es la duración de su versión de prueba.
También suele decirse que sus plantillas son limitadas para ser una app de pago, o que se echa de menos el no poder gestionar más de una tienda. En el pasado se le criticó que no se pudiera acceder desde un teléfono móvil, pero es algo que se superó en su más reciente versión.
Finalmente, algo que se repite como crítica es que llega un punto en que para hacer determinados ajustes, se deben tener conocimientos en desarrollo web. Ésto, probablemente, se pueda decir de casi todas las aplicaciones de e-commerce; en algunos casos, se necesita más que conocimientos básicos.
Por lo mismo, y si ya empiezas a sentirte sobrepasado manejando una plataforma que te aseguraron sería muy fácil de utilizar ¿por qué no dejar el mejoramiento de tu tienda online en manos de expertos? En Tdigital contamos con un completo equipo de profesionales para asesorarte y apoyarte en este proceso. No dudes en consultar con nosotros.